[post_page_title]“Estoy bien, corazón”[/post_page_title]
Onequa terminó pasándole un presupuesto que estaba bastante mal en función del menú requerido por la clienta. Tendría que haber solicitado muchísimo más dinero. El problema fue que aún con ese monto considerablemente bajo, la novia institió en pagar menos.
La chef se había equivocado con el valor, no podía cometer más errores. Como vimos, mantuvo la frente en alto y se hizo valer. Al final del día, escribió: “Me di cuenta de que la gente subestimará tu trabajo, tus talentos y tus sueños. Pero solo si tú los dejas”.