El metro es uno de los mejores inventos que existen, ya que le permite a las personas desplazarse por las grandes ciudades en muy poco tiempo. Además de eso, disminuye la cantidad de autos en las calles, lo que significa, que la gente evita pasar horas atascada en el tránsito. Si bien los metros son una gran idea y han ayudado a muchas personas a lo largo del último siglo, también pueden generar problemas.
Cualquiera que viaje regularmente en transporte público sabrá que hay gente muy egoísta que no tiene consideración por sus compañeros de vagón. Algunas personas ponen música fuerte en sus celulares, mientras que otros llenan los vagones de fuertes olores a comida. Otro ejemplo, es el de un joven que quería sentarse en el metro, pero un chico que ocupaba dos asientos, no quiso moverse. El primero no lo dudaría en darle una lección al segundo y se sentó encima de él.
[post_page_title]Una Persona En Dos Asientos[/post_page_title]
Esta es la historia de un niño que viajaba en el metro de Nueva York junto a su madre y por algún motivo, decidió usar el asiento vacío que tenia al lado para extender sus piernas y recostarse. A pesar de que cada vez había más gente en el transporte que se iba subiendo en las estaciones, el chico siguió ocupando ambos puestos.
Estaba tan absorto en su teléfono y en su comodidad que no se detuvo a pensar que a otras personas les gustaría sentarse allí. Además, su madre no le dijo que se siente correctamente.