[post_page_title]Cuestionando sus elecciones[/post_page_title]
Este chico pensó que sabía exactamente en lo que se estaba metiendo. Pero al final del día, su frente es solo un gran ceño fruncido. A veces, crecer apesta.

Casi podemos imaginar a este mismo chico con traje y corbata, dentro de 15 años, mientras se marcha después de su primer día de trabajo en la oficina de correos. Lo más probable es que el ceño fruncido sea exactamente el mismo en ese momento. Bienvenido al mundo real, amigo.