Algunas veces, cuando nos divertimos de más, nos pasan cosas inexplicables. Como le sucedió a Helen Dryden, una chica de 25 años, después de una salida con sus amigos. La chica se vio obligada a pagar una fortuna por un Uber que nunca tuvo la intención de tomar y que la dejó a 120 kilómetros de su casa con una factura de 330 dólares. Esta es su historia.
[post_page_title]Una Noche Para Recordar[/post_page_title]
Helen vivía en Guildford, una ciudad ubicada a unos 50 kilómetros de Londres. Un viernes, llamó a unos amigos que viven en Londres con el fin de ir al día siguiente a la capital del Reino Unido, ha pasar un día de pura diversión con ellos, bebiendo y comiendo.
Afortunadamente, allí la pasó genial. De hecho, vivió uno de los mejores días de su vida, pero todo lo bueno tiene un fin y era hora de volver a casa.